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La evolución de los últimos años ha planteado nuevos retos del ámbito laboral, además de poner encima de la mesa diversas cuestiones con necesidad de cambio. Hoy por hoy, por ejemplo, es innegable el deber de tratar el tema de la conciliación. El Grupo Fagor no lo ignora y está trabajando en la conciliación corresponsable. ¿Pero, qué es la conciliación corresponsable?

Entre otros, el concepto sirve para definir varios criterios dirigidos a combinar adecuadamente el trabajo con la vida personal. Y no se limitaría a ello. Así lo explica Leire Okarantza Ibabe, responsable de Gestión Social del Grupo Fagor: “Entendemos que la conciliación debe ir unida a la corresponsabilidad, en dos dimensiones. Primero, para que, sea cual sea el género, todas las personas tengan la misma oportunidad y corresponsabilidad tanto en el trabajo remunerado como en el trabajo no remunerado. Por otra parte, no hay que olvidar que la conciliación corresponsable es primordial para el trabajo productivo y para las personas socias, generalmente, para poder actuar responsablemente con las cooperativas o las personas socias que nos rodean”.

La presencia de la mujer en el ámbito laboral ha incrementado considerablemente durante los últimos años. En las últimas décadas del siglo XX, por ejemplo, la incorporación de la mujer al trabajo fue masiva, dejando en evidencia necesidades relacionadas con la conciliación de la vida familiar y laboral que hasta entonces no se habían planteado. Pues bien, teniendo en cuenta la realidad actual, es deber del Grupo Fagor analizar las tendencias y dibujar el camino a seguir. “Enmarcado en el marco de la igualdad de género, el tema debería abordarse desde una perspectiva centrada de la conciliación corresponsable, siendo conscientes de que las cooperativas tienen un régimen propio”, señala la responsable de Gestión Social del Grupo.

Políticas de conciliación, claves para poder mejorar

Son muchos los retos planteados por la conciliación y los ámbitos que están ligados a ello. Sin limitarse a los requerimientos legales, el Grupo debe afrontar los retos de la comunidad a la que pertenece, siendo consciente de que la conciliación corresponsable exige el cambio de paradigma de la cultura cooperativa.

En definitiva, las cooperativas deben ser protagonistas y participes de ese cambio, actuando activamente en el deber de crear nuevos modelos ligados a políticas de conciliación, adecuados a la diversidad de personas socias. El Grupo debe crear un régimen propio para poder ser referente en ese camino.