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Jasone Mendizabal Altuna

Coordinadora general de Taupa (Euskaltzaleen Topagunea, hasta el diciembre del 2024). Licenciada en Empresariales.

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Euskera

Es hora de dar un salto cualitativo en la revitalización del euskera. Durante años se ha trabajado mucho en diferentes ámbitos de la sociedad y cada vez es más evidente la necesidad de incidir especialmente en el ámbito socioeconómico. Lo que ocurre en las empresas en torno a la gestión lingüística incide directamente en las necesidades y motivaciones de la ciudadanía, así como en los hábitos lingüísticos.

Una realidad que también debemos subrayar es que los esfuerzos por revitalizar el euskera dentro de las empresas tienen efectos positivos en sus resultados. Así lo ha demostrado el estudio GEHI, realizado recientemente por EMUN en Fagor Electrónica, Eika y Danobat: los planes a favor del euskera repercuten positivamente en la competitividad, la cohesión interna y el ambiente laboral. El euskera puede convertirse en un recurso estratégico, no solo como símbolo identitario, sino también como un elemento que mejora el funcionamiento empresarial. Por desgracia, aún son pocas las empresas que cuentan con planes lingüísticos, y es necesario impulsar su extensión y generalización.

Si queremos incidir realmente en el ámbito socioeconómico y activar el sistema en su conjunto, será imprescindible movilizar otras piezas del engranaje. Una cosa lleva a la otra. Los distintos sectores de la sociedad están interconectados, y entender y trabajar estas relaciones será la clave para dar un salto significativo.

“Kompromiso” compartido: eso es lo que se necesita para dar este paso con firmeza. Los agentes públicos tienen una responsabilidad fundamental en el proceso de normalización lingüística. No solo desde la promoción, sino también desde la normativa, se pueden dar pasos sólidos, como por ejemplo, generalizar los planes lingüísticos del mismo modo que los de igualdad de género. Al mismo tiempo, será necesario fortalecer el ambiente social favorable al euskera y empoderar a la ciudadanía, de modo que empresas y personas usuarias caminen juntas en los procesos de euskaldunización. También aquí quiere ser palanca de cambio Euskaraldia.

Afortunadamente, ya contamos con experiencias avanzadas en el ámbito socioeconómico. Empresas como FAGOR han desarrollado a lo largo de décadas planes lingüísticos sólidos y ejemplares. El euskera se ha integrado en la estrategia de empresa y, además de ampliar las oportunidades de usarlo entre las personas trabajadoras, ha propiciado un cambio cultural. Las estructuras organizativas tienen mucho poder de incidencia, y no podemo permitir que la elección lingüística dependa únicamente del esfuerzo individual.

Roles individuales también han sido impulsados por Euskaraldia, mediante las figuras del Ahobizi y Belarriprest, que promueven la reflexión y el compromiso personal. A través de los Arigune, sin embargo, el objetivo ha sido incidir en el plano colectivo, creando estructuras en organizaciones y empresas diversas para trabajar los hábitos lingüísticos de forma compartida. Además, organizar Arigunes ofrece la oportunidad de sistematizar la gestión lingüística dentro de las entidades.

Actuar con estrategias compartidas basadas en la colaboración será imprescindible para lograr un salto eficaz. El ámbito socioeconómico no cumple solo una función complementaria en la revitalización del euskera: es uno de los principales agentes. Tiene capacidad para transformar las condiciones sociolingüísticas, y por eso debe ocupar un papel prioritario en las políticas a favor del euskera.

La colaboración también ha sido un componente clave en el nuevo proyecto experimental Antzuola Arigune, que hemos puesto en marcha recientemente. Partiendo del concepto de Arigune de Euskaraldia, hemos iniciado en Antzuola una experimentación para convertir el municipio entero en un Arigune, tejiendo una amplia red de colaboración entre agentes diversos: ciudadanía euskaltzale, entidades locales, el Ayuntamiento, la Diputación de Gipuzkoa, Taupa, EMUN y tres empresas del pueblo con planes lingüísticos avanzados. El camino no ha hecho más que empezar, pero estoy convencida de que la implicación del ámbito socioeconómico será un potente motor para el proceso comunitario, del mismo modo que el propio proceso comunitario servirá de impulso para profundizar en los procesos de euskaldunización de las empresas locales.

Datos, prácticas exitosas y experiencias colectivas: ya los tenemos. Estamos todos y todas en proceso de experimentación, y debemos compartir y tomar como base esos conocimientos para dar el siguiente salto. Es necesario construir puentes entre diferentes ámbitos y situar la acción a favor del euskera en el centro de la sociedad.

Ideas y soluciones eficaces no vendrán únicamente desde un sector concreto; se construirán con la complicidad del sistema en su conjunto, activando y conectando cada eslabón de la cadena. Por eso necesitamos tanto a las instituciones como a las personas euskaltzales, el apoyo de la administración y el empuje de los movimientos sociales, el esfuerzo individual y la responsabilidad estratégica de las organizaciones y empresas. Reflexionar y activar el papel que cada cual podemos jugar en cada uno de esos eslabones es clave.

A fin de cuentas, el proceso de revitalización del euskera requiere una gran transformación social y Euskaraldia quiere servir de acicate para esa transformación, invitando a la ciudadanía y a agentes diversos a dar nuevos pasos. Como toda transformación empieza por uno mismo, te haré una pregunta ¿Y tú en qué eslabón del proceso puedes influir? Una cosa tengo clara, juntos lo haremos más fácil y llegaremos más lejos.

 

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